El medio atribuye este resquebrajamiento de la democracia a varios factores como el sistema electoral, la polarización y la propia Constitución.
De acuerdo con el análisis de Dan Blaz y Clara Ence Morse, el sistema político estadounidense "alimenta la frustración y el descontento por su incapacidad para responder a las necesidades de los ciudadanos y hay poco en el horizonte que sugiera soluciones".
Para los analistas, el fracaso tiene múltiples orígenes, entre ellos el colapso de la confianza en las instituciones, pero también en la forma en la Constitución que da lugar a una representación en la Cámara basada en la población y en el Senado basada en la igualdad de los estados; el sistema de elección presidencial y los nombramientos vitalicios de los jueces del Tribunal Supremo.
Y parte de la explicación tiene que ver también con la creciente polarización del sistema político en el que los dos partidos mayoritarios han agrandado la brecha ideológica entre ellos; la distribución geográfica, que ha ampliado las diferencias entre los estados rojos (republicanos) y azules (demócratas); una creciente división entre las zonas urbanas y rurales; y una mayor hostilidad entre los individuos hacia sus oponentes políticos.
En el texto se recuerda que, en dos ocasiones en las últimas dos décadas, e
l presidente fue elegido perdiendo el voto popular:
George W. Bush en 2000 y
Trump en 2016. Eso solo había ocurrido tres veces en los más de 200 años anteriores.
Además, cuatro de los nueve jueces actuales del Tribunal Supremo fueron confirmados por senadores que representan a una minoría de la población estadounidense.
"Desde 1998, los republicanos han tenido la mayoría en el Senado un total de 12 años, pero durante ese tiempo no representaron a más de la mitad de la población de la nación", señala el análisis del Washington Post sobre los datos de población y la composición del Senado.
Asimismo, el medio también descubrió que durante la presidencia de Trump, el 43% de todos los nominados judiciales y gubernamentales fueron confirmados por senadores que representaban a una minoría de la población.
Bajo la presidencia de Biden, ni siquiera el 5% de los candidatos fueron confirmados por senadores que representaban a una minoría de la población.
"En conjunto, la situación actual es grave. Según las encuestas, los estadounidenses están más insatisfechos con su Gobierno que los ciudadanos de casi cualquier otra democracia",
afirman los analistas.
"Estoy aterrorizado", afirmó al diario Henry Brady, profesor de Ciencias Políticas y Políticas Públicas en la Universidad de California en Berkeley, al analizar el estado actual de la democracia en Estados Unidos. "Creo que estamos muy mal, y no conozco una salida", agregó.