"Estamos firmemente en contra del uso de bombas de racimo en todas partes y en cualquier lugar. Son una herramienta de guerra horrible", declaró Stephane Dujarric en conferencia de prensa.
El Gobierno de EEUU dio a conocer el 7 de julio pasado un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania que incluía municiones en racimo. La medida fue ampliamente criticada en muchos sectores, incluidos los aliados de la Unión Europea y algunos legisladores estadounidenses.
El portavoz del Departamento de Defensa, Pat Ryder, afirmó que la información proporcionada por los ucranianos a Estados Unidos indica que Kiev está utilizando las municiones en racimo de manera adecuada.
El pasado 16 de julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó que hasta ahora, Rusia no ha tenido necesidad de utilizar municiones de racimo, pero "si se utilizan contra nosotros, nos reservamos el derecho de tomar medidas recíprocas".
La Convención sobre Municiones en Racimo, que prohíbe su uso, ha sido ratificada por 123 países. Estados Unidos, Ucrania, Rusia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Sur no han firmado la convención.

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