“Hubo enfrentamientos en el campo de refugiados de Askar, en las afueras de Nablus, durante la operación para demoler la casa de Abdel Fattah Hussein Kharousha, miembro del grupo terrorista Hamás”, decía el comunicado militar.
El 26 de febrero, Kharousha, de 49 años, disparó y mató a Hillel Yaniv, de 21 años, y a Yagel Yaniv, de 19, mientras conducían por la ciudad cisjordana de Huwara.
Kharousha huyó tras el ataque y murió durante una redada israelí en Yenín el 7 de marzo.
Los militares israelíes difundieron un video de ingenieros del ejército perforando en la casa para colocar explosivos, antes de que se viera una gran explosión que voló el último piso del edificio de tres pisos.
Israel demuele las casas de palestinos acusados de llevar a cabo ataques terroristas mortales, así como las de sus cómplices, de manera regular. La eficacia de esta política ha sido objeto de acalorados debates en Israel, también dentro de las instituciones de seguridad israelí, mientras que los activistas de derechos humanos denuncian la práctica como un castigo colectivo injusto.
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