Benjamín Netanyahu, de 73 años, fue trasladado al hospital el pasado 15 de julio tras sentir un leve mareo. Los resultados de las pruebas eran normales y Netanyahu se sentía “muy bien”, informó la oficina. El Centro Médico de Sheba, donde había sido hospitalizado, afirmó que su estado era "excelente" tras varias pruebas.
Desde la oficina de Netanyahu informaron que había pasado el día anterior en el mar de Galilea, un popular destino de vacaciones en el norte de Israel, donde las temperaturas alcanzaron a unos 40°C tras una agotadora ola de calor estival. Las pruebas revelaron que el líder de Israel sufrió deshidratación. Los médicos indicaron que pasaría la noche en el hospital para una observación, y la reunión semanal del Gabinete se aplazó hasta el próximo 17 de julio, según informó su oficina.
Netanyahu lleva más tiempo como jefe de Gobierno, un total de 15 años en varios periodos. Su actual Ejecutivo es una coalición de partidos religiosos y ultranacionalistas que llegó al poder en diciembre.
El mandatario israelí se encuentra bajo presión en varios frentes. Se le juzga por varios cargos de corrupción en un caso que ha dividido de manera enconada a la nación. Su postura intransigente hacia los palestinos ha sido objeto de críticas internacionales y provocó un deterioro en las relaciones con Estados Unidos.
Los residentes de Israel celebran manifestaciones semanales contra sus planes de reformar el poder judicial. Los aliados de Netanyahu argumentan que el plan es necesario para reducir el poder de los jueces no electos. Sus oponentes sostienen que el plan concentraría el poder en manos de Netanyahu y sus aliados.
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