Durante las últimas semanas, el mandatario mexicano estimó que el crecimiento económico de México estaría en ese rango en la recta final de su sexenio.
"Que haya una mejor distribución del ingreso, [en los sectores sociales de] abajo, con menos pobreza. No quiere decir que les haya ido mal a los de arriba, les ha ido bien, a banqueros, empresarios, (…) pero también abajo la gente ha recibido más apoyo, hay más ingresos, menos pobreza", dijo el 2 de junio en su conferencia de prensa matutina.
Sin embargo, y pese a los datos de la actual Administración, hay cuestiones tanto internas como externas que influyen en el Producto Interno Bruto (PIB) que en el primer trimestre del año tuvo un aumento de apenas un 1% a tasa trimestral.
"La verdad es que no sería imposible ver una cifra así, pero sí se antoja un tanto difícil [alcanzarla] no tanto por las condiciones domésticas, sino por las externas", afirma el economista y politólogo con estudios en la Universidad de Columbia, Mario Campa.
En esta opinión también coincide el académico del Tecnológico de Monterrey y maestro en economía por el Colegio de México, Francisco Rueda, quien apunta que, aunque el país está avanzando más de lo que se esperaba, el escenario para llegar al 4% es complejo.
"Sin embargo, de la proyección de 2,6% de la OCDE a llegar al 4% sí hay una gran distancia; es improbable. Lo que sí es bastante verosímil es que México llegue al 3% este año", comenta.
Los factores adversos
Como menciona Campa, hay factores que pueden repercutir negativamente en el desempeño de la economía mexicana, sobre todo por los problemas que enfrenta Estados Unidos, como un lento avance del gasto del consumidor, deudas en el mercado de vivienda y debilidades en el otorgamiento de créditos, por citar algunos.
A esto también se añade la posible "recesión leve" señalada en mayo de este año por el líder de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), Jerome Powell.
"Si la economía de Estados Unidos anda mal, afecta de alguna manera a México, sobre todo a través de su canal de comercio exterior. Si bien México ya es el socio número uno de [Washington], superando a China por los conflictos geopolíticos existentes, aún hay una elevada dependencia con respecto a la demanda estadounidense. Esto podría [mellar] en la producción industrial mexicana", acota el especialista.
25 de abril 2023, 00:32 GMT
Además de estas circunstancias, ambos expertos hacen hincapié en los conflictos que ocurran a nivel mundial, como la querella entre Rusia y Ucrania, la depreciación cambiaria en Turquía, por citar algunos ejemplos.
"Cualquier conflicto geopolítico que eleve los riesgos a nivel mundial afectaría negativamente a México. Es decir, quien le dé un ambiente de incertidumbre, reduciría la inversión extranjera. Eso también golpearía de manera muy negativa el crecimiento económico", agrega el docente del Tec de Monterrey.
Un rubro interno que puede dañar el avance del PIB mexicano es la inseguridad, dicta Rueda.
"El Estado de derecho tiene varias fallas. Para muestra es la inseguridad y la violencia, que claramente reducen la confianza en México. También el proceso electoral y los comicios per se pueden generar incertidumbre", opina.
Lo que podría impulsar al PIB mexicano
Si bien hay cuestiones fuera de México que podrían modificar la tendencia positiva de la economía nacional, su fortaleza está en los rubros internos, como en el turismo —especialmente por la llegada de extranjeros—, las inversiones extranjeras y el gasto del Gobierno en proyectos de infraestructura a nivel nacional.
"Los programas sociales siguen fluyendo y las remesas continúan llegando (...). El mercado laboral se estima que podría generar entre 800.000 y 900.000 empleos de manera anual y, si tomamos los [empleos] informales, esta cifra se va a aproximadamente a dos millones por año", expone el politólogo y economista.
En esta fórmula hay que incluir el alza al salario mínimo y a los sueldos de diversos sectores, como el de los docentes mexicanos.
"Los salarios han subido mucho en México en este sexenio; ha habido un aumento del ingreso personal de los trabajadores, lo cual alienta la demanda interna, junto con los programas sociales", declara Rueda.
Sin embargo, el punto medular para este panorama positivo es la confianza del consumidor.
"El consumo se refiere a lo que la gente gasta y esto se debe a la alta confianza en estos momentos", señala el experto.
Otros datos
Más allá del estimado de López Obrador, también están las previsiones económicas que realizan otros organismos.
Por ejemplo, en el Informe Trimestral del Banco de México (Banxico), que corresponde al periodo enero-marzo de este año, los integrantes de la Junta de Gobierno de la institución calcularon que el PIB tenga un desempeño de 2,3% para 2023 y, en el caso del siguiente año, que su avance sea de 1,6%.
Otro documento publicado por el banco central es la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, que se da a conocer mensualmente. En la edición de mayo, que es la más reciente, los 36 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero que participaron en la muestra prevén que la economía mexicana crezca 2,5% en este año y 1,58% para el siguiente.
Sumado a ello está lo mencionado por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, quien ha comentado que el PIB podría alcanzar el 3% al cerrar 2023.
Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló ese mismo mes que la economía de México podría crecer 1,8% este año, mientras que en 2024 el resultado será de 1,6%.
El Banco Mundial consideró que la economía de este país latinoamericano avanzará 2,5% en los siguientes meses y, en 2024, crecerá 1,9%.
El estimado más reciente es el de la OCDE —a la que pertenece México desde hace casi tres décadas— indicó en su reporte de Perspectivas Económicas Intermedias que el PIB se ubicará, según su análisis, en 2,6% al cerrar este 2023, pero en 2024 registraría un avance de 2,1%.
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