"Deben resolver sus propios problemas, estamos listos para favorecerlo", declaró Bogdánov en una rueda de prensa celebrada al margen de la cumbre Rusia-Mundo Islámico, aunque subrayó que la solución de la situación concierne a los propios sudaneses y que Moscú se opone a la injerencia extranjera en los asuntos del país.
Además, el viceministro de Exteriores aseguró que Rusia "siempre está dispuesta" a proporcionar una plataforma para las negociaciones entre las partes en conflicto en Sudán, si es necesario.
Desde el 15 de abril, Sudán es escenario de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas sudanesas, lideradas por el general Abdel Fattah Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), un grupo paramilitar que obedece las órdenes del general Mohamed Hamdan Dagalo.
El 12 de mayo, las partes firmaron un acuerdo, el primero desde el inicio de su conflicto a mediados de abril, que busca minimizar los daños a los civiles.
Según el pacto, las partes se comprometen a evitar ataques que puedan perjudicar a los civiles, permitir su evacuación desde las zonas de hostilidades, así como a proteger al personal médico y las instituciones públicas sudanesas.
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