Según The Times, la finca, que se pone a disposición de los secretarios de Asuntos Exteriores, fue utilizada por Truss y sus ayudantes con frecuencia en las últimas etapas de la campaña por el liderazgo en el Partido Conservador en verano boreal de 2022.
La fuente citada por el medio declaró que la Oficina del Gabinete se puso en contacto con la exfuncionaria y le dejó claro que tiene que cubrir el coste de los artículos como batas de toalla e incluso zapatillas que desaparecieron durante aquel período, así como por la comida y el vino que ella y sus ayudantes consumieron allí.
El código ministerial establece que si un ministro organiza fiestas o actos políticos en residencias de gracia, debe ser a sus expensas o a las de su partido.
Sin embargo, el portavoz de la política afirmó que Truss planea impugnar la factura, ya que puede contener tanto gastos personales como oficiales.
17 de diciembre 2022, 11:59 GMT