El pasado 13 de abril, los canales de televisión árabes comunicaron que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido desplegó sus unidades en la ciudad de Merowe, en el norte de Sudán. En la noche de ese mismo día, el Ejército sudanés emitió una declaración, según la cual el despliegue de las RSF en Jartum y varias ciudades "era ilegal", y se realizó sin coordinación alguna con las Fuerzas Armadas.
Poco después, el 15 de abril, estallaron los enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y las RSF.
Los paramilitares acusaron al Ejército de haber atacado su base en Jartum y anunciaron la toma del Palacio de la República (sede de la Presidencia), el aeropuerto de la capital y la base aérea de Merowe.
El Ejército, por su parte, desmintió esas declaraciones y aseguró que mantiene el control sobre todas las instalaciones estratégicas, incluido el Palacio Presidencial. A las 18.00 horas del pasado 18 de abril entró en vigor una tregua humanitaria de 24 horas, que se prolongó por un día más el miércoles.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS), los enfrentamientos causaron la muerte de casi 330 personas, así como dejaron 3.200 heridos.