La indagatoria realizada por la comisión parlamentaria sostiene que Washington tiene como objetivo desarrollar un arma biológica universal capaz de infectar a personas, animales y cultivos.
Además, según el informe, las consecuencias de "los agentes nocivos" biológicos pueden causar "epidemias que son extraordinarias con respecto a sus consecuencias y pueden ser comparables al 'invierno nuclear'".
La comisión también afirmó que Ucrania ensayó un sistema de recopilación de datos sobre las enfermedades infecciosas graves e infecciones peligrosas a nivel "nacional, regional y local" de los laboratorios biológicos. Estos datos, recalcó, le permiten al Pentágono vigilar unilateralmente en tiempo real la situación en torno a las enfermedades infecciosas en el territorio ucraniano, así como observar el efecto que los patógenos poco estudiados tienen en los residentes y mapear la propagación de infecciones.
El Ministerio de Defensa de Rusia
descubrió unos 240 agentes patógenos de enfermedades peligrosas, entre ellas el cólera y el ántrax, en cuatro laboratorios ucranianos y los está investigando, declaró el jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las FFAA rusas, Ígor Kirílov.
En entrevista con Sputnik, el ingeniero venezolano y maestro en Espacios Naturales Protegidos Roi López Rivas señaló que el riesgo de la existencia de estos patógenos es su posible liberación en el ambiente, lo cual sería fatal.
La investigación respecto a los biolaboratorios estadounidenses en Ucrania comenzó desde hace un año por parte de Moscú; sin embargo, la existencia de estos lugares, que implican un peligro para toda la humanidad, datan de alrededor de 80 años atrás, indicó en entrevista el historiador mexicano Christian Nader.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Rusia hará todo lo posible para atraer la atención de la comunidad internacional sobre las actividades ilícitas de los biolaboratorios, mientras que China hizo un nuevo llamado a Estados Unidos a explicar sus actividades biológicas militares en otros países.
En noviembre de 2022, la
Rusia
presentó una propuesta ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para investigar actividades irregulares de laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania con miras al desarrollo de armas biológicas, las mismas que habrían violado la Convención sobre Armas Biológicas, firmada en 1975; sin embargo, el proyecto
no obtuvo el apoyo de nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la plataforma multilateral,
por lo que el proyecto fue rechazado.
Rusia y China votaron a favor de iniciar una investigación sobre los biolaboratorios, mientras que EEUU, el Reino Unido y Francia votaron en contra. Albania, Brasil, Gabón, Ghana, la India, Irlanda, Kenia, México, Noruega y Emiratos Árabes Unidos, entonces miembros rotativos del consejo, se abstuvieron.
Al respecto, López Rivas subrayó que los principales financistas de la ONU son los países Occidentales justamente señalados de instalar y operar estos biolaboratorios.
El historiador mexicano aseveró que en el caso específico de Ucrania la existencia de estos biolaboratorios data de años atrás; sin embargo, su presencia fue revelada después del golpe de Estado orquestado en contra del entonces gobierno ucraniano de Víktor Yanukóvich (2010-2014).
En los últimos años,
Ucrania ha sido epicentro de brotes sospechosos. En enero de 2016,
al menos 20 soldados ucranianos murieron de un virus similar a la gripe en cuestión de dos días en Járkov, sede de uno de los laboratorios gestionados por EEUU. Más de 200 personas fueron hospitalizadas en aquel momento. Para el mes de marzo
se registraron 364 casos mortales en toda Ucrania. La causa del 81% de las muertes fue la gripe porcina A (H1N1) pdm09, la misma que desencadenó una pandemia mundial de la enfermedad en 2009.
Más recientemente, se registró otro brote repentino de una enfermedad infecciosa, la hepatitis A, en el sureste del país europeo, también sede de varios biolaboratorios del Pentágono. En el mes de enero de 2023, 37 residentes de la ciudad de Nikoláyev fueron hospitalizados con ictericia, lo que llevó a la Policía local a iniciar una investigación por sospecha de "infección deliberada con el virus de la inmunodeficiencia humana y otras enfermedades incurables".