La visita de Xi Jinping a Rusia ha tenido dos reacciones por parte de la Administración estadounidense. La primera tiene que ver con tratar de mostrar públicamente un "profundo escepticismo" a las negociaciones, ya que en caso de que estas se materialicen, Rusia se vería beneficiada.
Sin embargo, en privado se teme una situación en la que China podría convencer a otros países de que EEUU no está interesado en resolver la situación en Ucrania, informó el periódico, citando a un representante anónimo de la Administración estadounidense.
"EEUU teme verse acorralado por la propuesta china. Independientemente de las declaraciones estadounidenses, descartarla de plano podría permitir a China argumentar ante otras naciones cansadas de la guerra —y del daño económico que está causando— que Washington no está interesado en la paz", escribe el medio.
"Es probable que China refuerce su mensaje de que EEUU se opone a un alto el fuego, que se opone al fin de la guerra", expuso Bonny Lin, miembro del Center for Strategic and Estudios Internacionales, que una vez sirvió en el Pentágono.
El debate sobre la versión china de un plan de paz pone de relieve una de las muchas realidades incómodas que se pusieron de manifiesto en la visita de tres días de Xi a Moscú, prosigue el medio.
"La Administración Biden intentó mantener a China al margen desde el principio [del conflicto] en Ucrania, pero parece que ha ocurrido lo contrario. (...) China está encontrando un público receptivo para sus esfuerzos diplomáticos en todo el mundo", señaló el artículo.
Washington ha intentado que el gigante asiático afronte la crisis de Ucrania en los términos de EEUU, pero Xi Jinping ahora está comenzando a trabajar a partir de sus propios límites, "y eso, creo, lo que probablemente está causando cierta consternación dentro de la Administración [estadounidense]", comentó Christopher K. Johnson, presidente de China Strategies Group, una consultora de riesgo político.
El motivo, el cual explicaría la razón de por qué China pudo haber renunciado efectivamente a una mejor relación con el país norteamericano en un futuro próximo, se debe a que la Casa Blanca constantemente ha expuesto una posición belicista con respecto al país asiático, analiza Bloomberg.
Cuanto menos vea China la oportunidad de trabajar con EEUU, "es más probable que se busquen otras vías y opciones", consideró Melanie Sisson, miembro de política exterior de la Brookings Institution. "En muchos sentidos y lugares, eso significará intentar deshilachar las relaciones estadounidenses con otros países", agregó.
Las autoridades chinas propusieron en febrero un plan de paz de 12 puntos, incluidos el alto el fuego, el respeto de los intereses legítimos de todos los países en el ámbito de la seguridad y la solución de la crisis humanitaria en Ucrania.
El presidente de China, Xi Jinping, llegó a Rusia el 20 de marzo en una visita de Estado de tres días. Es el primer viaje al extranjero después de su reelección como jefe de Estado para un tercer mandato.
Durante su visita, los presidentes de Rusia y China suscribieron dos declaraciones conjuntas, una sobre el reforzamiento de la asociación integral y la cooperación estratégica, y otra sobre el desarrollo de la colaboración económica ruso-china en áreas claves hasta 2030.