El 20 de marzo, el Centro de Control de Defensa Nacional del Ministerio de Defensa ruso reportó que se detectaron dos bombarderos estratégicos estadounidenses B-52 volando hacia Rusia sobre el mar Báltico. Moscú envió en respuesta un jet de combate Su-35, que volvió a su base sin incidentes luego de que la aeronave de EEUU abandonara el área, indicó el Centro.
"Ayer [20 de marzo], dos B-52 realizaron una misión de amplio alcance del Equipo Operativo de Bombarderos con aliados de la OTAN y socios en espacio aéreo estonio", indicó Fuerzas Aéreas de EEUU en Europa en un comunicado.
El comando añadió que "los vuelos se mantuvieron dentro de espacio aéreo estonio durante todo el operativo, a una distancia aproximada de 50 millas náuticas [unos 92 kilómetros] del espacio aéreo ruso".
El comunicado subraya que "en ningún punto los B-52 hicieron contacto con aeronaves rusas".
La misión fue parte de una rutina programada de operaciones de entrenamiento y realizada de acuerdo con los estándares internacionales de vuelo, añade el texto.
Rusia subraya, asimismo, que el jet de combate que envió actuó de acuerdo con las reglas internacionales para el uso del espacio aéreo.
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