De acuerdo con el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, las víctimas acudieron a un bar en la colonia Manuel Cavazos, de esa ciudad fronteriza con Texas. Al salir del sitio, subieron a su camioneta y fueron emboscados en las calles de Huasteca y Méndez.
"Los jóvenes fallecidos fueron identificados como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo [estadounidense] y Alejandro Trujillo Rocha. Otro joven de nombre Luis Gerardo se encuentra grave en un hospital privado, con al menos dos impactos de bala en su cuerpo", indicó el organismo defensor en un comunicado.
En el texto, agregó que, según testigos, al menos dos de las personas fueron asesinadas al descender del vehículo donde viajaban.
La confrontación tras el asesinato
Ante la ejecución perpetrada por soldados del Ejército mexicano, la población enfrentó a los elementos, ya que consideraron que "las víctimas no estaban armadas ni había motivo para que les privaran de la vida de forma arbitraria".
A la zona, refirió el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, acudió parte de su personal con el fin de apoyar a la población.
El presidente del Comité, Raymundo Ramos Vázquez, explicó que al llegar a la avenida Huasteca todavía se encontraban alrededor de 12 unidades del Ejército mexicano custodiando la camioneta de las víctimas. Además, un grupo de familiares de los fallecidos y vecinos del sector estaban enardecidos y reclamándoles por este nuevo abuso de autoridad.
Ramos Vázquez aseguró que cuando intentó grabar la agresión, los militares lo golpearon. "Inmediatamente después le propinaron un par de manotazos, le tiraron su teléfono celular y, finalmente, intentaron arrollarlo con una camioneta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)".
Además, un periodista también resultó lesionado por recibir descargas eléctricas propinadas por un uniformado.
Ante ello, la agrupación dio a conocer que informaron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a los titulares de la Defensa Nacional y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de los hechos, ya que, según Raymundo Ramos, "en Nuevo Laredo, los militares están fuera de control".
Hasta el momento, ninguna de estas autoridades en México se ha pronunciado sobre estas acusaciones.
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