Sin embargo, advirtió que las autoridades aún no habían podido encontrar y recoger los restos de los tres objetos después de que fueran derribados, y que se podría llegar a una conclusión diferente si se encontraban y analizaban los restos.
Kirby comentó que desde la Administración Federal de Aviación determinaron que los vehículos no eran operados por Washington. Una posible explicación continuó, podría ser que fueran operados por empresas privadas o institutos de investigación.
Más temprano, las autoridades estadounidenses
no habían descartado que los vehículos pudieran ser de origen extraterrestre.
El pasado 4 de febrero, un avión de combate estadounidense derribó
un presunto globo espía de China cerca de la costa de Carolina del Sur. El aerostático había entrado en el espacio aéreo del noroeste de EEUU desde las islas Aleutianas, vía Alaska y Canadá, y estuvo sobrevolando durante días "lugares estratégicos" en la parte continental del país.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, calificó la intrusión del aerostático de vigilancia china y de clara violación de la soberanía de su país, así como de las leyes internacionales. En consecuencia, decidió cancelar su visita a Pekín, la primera que un jefe de la diplomacia estadounidense realizaría al gigante asiático desde 2008.
En respuesta, desde el Ministerio de Exteriores y el Ministerio de Defensa de China elevaron sus protestas por el ataque estadounidense contra el globo chino al considerar esta una medida "excesiva". En Pekín comentaron que habían asegurado a EEUU que el globo era una sonda meteorológica común para tareas civiles, que entró en el espacio aéreo norteamericano por circunstancias de fuerza mayor y no fue algo premeditado.