"¡Era una cantidad impresionante de pescado!",
contó a los medios el líder de la cooperativa pesquera Loma Parda, Martín Ramón Valenzuela Ruelas, conocido como Tolo.
En redes sociales han circulado las impactantes imágenes de miles de peces retorciéndose sobre la superficie de la bahía de Yavaros, al tiempo que las gaviotas se abalanzan sobre los animales agonizantes para devorarlos.
El alcalde del municipio, Juan Jesús Flores Mendoza, aseguró que "fueron cerca de tres toneladas de pescado", específicamente de chihuil o bagre, una especie muy consumida en la zona debido a su bajo costo.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició una investigación el 18 de enero, para determinar la causa de la muerte masiva de los peces,
informaron los medios locales.
Asimismo, dieron a conocer que, al menos, 24 pescadores de la Cooperativa bahía de Yavaros fueron afectados, debido a que las autoridades emitieron una alerta mientras evaluaban si el agua y los peces eran aptos para consumo humano.
El 25 de enero, las autoridades descartaron que la causa de muerte fuera la presencia de sustancias tóxicas en las aguas, como señalaban las primeras hipótesis. Sin embargo, los lugareños y expertos consultados por El País denunciaron que el informe de la Profepa tiene deficiencias técnicas.
En tanto, los pescadores sugieren que la causa podría estar relacionada con las bajas temperaturas que se han registrado en los últimos días, así como la descarga clandestina de aguas residuales de las empresas sardineras y de alimentos.
"Utilizan todo tipo de químicos, sin regulación ni cuidado. Seguramente que la alta mortandad fue por una descarga de grasa", dijo a la prensa un pescador que pidió el anonimato por temor a perder su empleo.
Por su parte, Jaqueline García, experta en calidad del agua y plaguicidas del Centro de Investigación en Alimentos y Desarrollo (CIAD), dijo al diario español que "solo checaron con el microscopio". Además, la especialista cree que los animales pudieron haber sido víctimas de la marea roja, que consiste en el afloramiento de microalgas tóxicas.
Sobre las descargas de aguas residuales, García comenta que "casi todo el pueblo vive de la sardinera y la producción se encuentra ahora mismo en una actividad máxima, no es raro que se den fugas". El problema, explica, es que las descargas saturan el medio acuático.
"Se libera dióxido de carbono y otros gases, el oxígeno baja y se ahogan los peces", precisó García.