"Respeto las críticas que recibo, pero ahora me estoy centrando en dos puntos críticos (...) prevenir una crisis constitucional y poner fin a la continua división dentro de nuestra nación", comunicó el presidente, citado por el medio.
Herzog también admitió que hubo un intenso debate público sobre la reforma judicial.
Según el presidente, Israel está en las "garras" de profundas divisiones que "destrozan" el país.
El mandatario calificó al poder judicial como uno de los cimientos de la democracia israelí, así como destacó la importancia de proteger a esta rama del Gobierno de la interferencia política.
El 14 de enero, decenas de miles de manifestantes se reunieron en una céntrica plaza de Tel Aviv para protestar contra el nuevo Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y sus planes de realizar cambios radicales en el sistema judicial.
Los asistentes protestaban contra la reforma judicial que anunció el ministro de Justicia, Yariv Levin, la semana pasada y cuyo objetivo es restarle poder e independencia a lo judicial en favor del Gobierno y el Parlamento.
Entre los asistentes se encontraban la exlíder de la oposición Tzipi Livni, el exprimer ministro Ehud Barak, el líder del partido Unidad Nacional y exministro de Defensa, Benny Gantz, el exjefe del Ejército, Gadi Eisenkot y la líder del Partido Laborista, Merav Michaeli.
También se manifestaron masivamente en Jerusalén y Haifa.
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