La operación de aquella noche de enero de 2020 fue realizada por orden del presidente estadounidense Donald Trump, quien había prometido represalias contra Irán después de que las tropas de autodefensa chiíes asediasen la Embajada norteamericana en Bagdad con el respaldo de Teherán.
Una semana después de los hechos, el 8 de enero, el Ejército iraní bombardeó con misiles dos bases usadas por militares estadounidenses en Irak en represalia por la muerte de Soleimaní. El ataque causó más de un centenar de heridos, bajas que al principio el Pentágono negó.
13 de enero 2022, 20:32 GMT
El ex primer ministro de Irak Nuri Maliki declaró que Washington tenía una razón especial para asesinar al general: "arruinó los planes de EEUU para cambiar la identidad de la región", expresó en una entrevista con la cadena Al Alam.
Agregó que "Soleimani y el subdirector del Comité Popular de Movilización Iraquí, Abu Mahdi Muhandis [también asesinado en el ataque], lograron detener más de un plan para cambiar la región, algo que molestó mucho a los estadounidenses".
Ese mismo mes, el embajador de EEUU en Irak, Matthew Tueller, fue incluido en la lista de sanciones de Irán por desempeñar el papel central en el asesinato del general iraní.
22 de diciembre 2021, 14:19 GMT
Además, el exjefe de la Fuerza Quds y actual secretario del Consejo de Conveniencia, Mohsen Rezaei, aseguró que Irán se vengará de Estados Unidos por la muerte de Soleimani.
A su vez, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, también prometió vengarse de EEUU y declaró tres días de duelo.
¿Cómo reaccionaron los gobiernos?
Tras el asesinato, la Cancillería rusa advirtió que semejantes acciones no contribuyen a resolver los problemas en Oriente Medio, por lo contrario, solo aumentan las tensiones.
El ataque ordenado por Trump incluso fue criticado por los mismos políticos estadounidenses, en su mayoría demócratas. Por ejemplo, la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, advirtió que la muerte de Soleimani puede provocar una escalada de la violencia.
Pelosi denunció que la Administración Trump realizó los ataques en Irak "sin autorización" del Congreso para usar la fuerza contra Irán. Llamó al Gobierno a informar al Congreso sobre la operación y los pasos a dar en esta situación.
3 de enero 2022, 07:47 GMT
La portavoz adjunta del Gobierno alemán, Ulrike Demmer, declaró que el asesinato de Qasem Soleimani fue una reacción de EEUU a una serie de provocaciones militares de Irán, mientras que el Ministerio de Exteriores chino hizo un llamado a la moderación tras este suceso.
En América Latina, tanto Cuba como Venezuela condenaron el ataque de EEUU y advirtieron una escalada en las tensiones entre Washington y Oriente Medio.
El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Majid Takht Ravanchi, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a llevar a Estados Unidos e Israel ante la justicia por asesinar al general.
Según Ravanchi, el general iraní desempeñó un papel importante en la lucha contra el terrorismo internacional, por lo que su fallecimiento fue "un gran regalo" para los grupos terroristas como ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
Este 3 de enero, a tres años del asesinato del general, el titular del Ministerio de Defensa del Gobierno iraní, Mohamad Reza Ashtiani, afirmó que es un propósito permanente de las fuerzas a su cargo vengar el asesinato de Soleimani.
Las Fuerzas Armadas de Irán "tienen los dedos en el gatillo, esta es una promesa inviolable", apuntó el mando militar.
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