El oleoducto Keystone logró controlarse luego de la pérdida de alrededor de 14.000 barriles de petróleo, informó TC Energy, la operadora canadiense de esta infraestructura energética.
"Es problemático ver tantos errores y tanto petróleo derramado de cualquier oleoducto, pero es especialmente conflictivo desde uno tan relativamente nuevo", recriminó el director ejecutivo de la organización Pipeline Safety Trust, Bill Caram, en un pronunciamiento.
La organización, que vela por el traslado seguro de petróleo, aseveró que este accidente podría ser el más grave desde 2013 y el más abundante en Kansas desde 1975.
Además, señaló que, en 12 años de existencia, el oleoducto Keystone ha tenido 12 accidentes significativos por fallas en su funcionamiento, un promedio de uno por año. Las afectaciones económicas por este incidente podrían generar un impacto de 108 millones de dólares, valoró Pipeline Safety Trust.
De hecho, las autoridades estadounidenses reconocen que, desde 2010, ha habido 22 derrames de petróleo que equivalen a un volumen de casi 12.000 barriles, de acuerdo con un reporte de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos.
El titular del Departamento de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, informó que se tomaron acciones correctivas en el lugar del derrame para frenarlo, mientras se analizan las causas de la fuga.
La empresa TC Energy registró la fuga desde la noche del 7 de diciembre, por lo que procedió a la suspensión del flujo de combustible.
La firma aseguró que logró el aislamiento del segmento dañado del oleoducto, mientras se evalúan rutas para retomar el servicio de transmisión de crudo. "Llevaremos a cabo una investigación completa sobre la causa raíz de este incidente, en cooperación con los reguladores", prometió TC Energy.
21 de septiembre 2018, 22:20 GMT
El oleoducto afectado permite el traslado de hidrocarburos desde la provincia canadiense de Alberta hasta distintos puntos del territorio estadounidense, con un volumen regular de unos 600.000 barriles diarios.
Además, la fuga afecta al suministro de crudo a la terminal de Cushing, Oklahoma, que almacena reservas de petróleo utilizadas como referencia por los inversionistas de ese mercado.
La organización acusó que las inspecciones de las autoridades estadounidenses han identificado problemas en el oleoducto desde el origen del diseño, manufactura y construcción.
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