La vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte, juró su cargo ante el Congreso el 7 de diciembre, después de que las FFAA y la Policía Nacional de Perú rechazaran acatar la decisión de Pedro Castillo sobre la disolución del Congreso y emergieran las noticias sobre la detención del expresidente.
En la capital del país, Lima, y otras ciudades se producen manifestaciones provocadas tanto por los partidarios del expresidente, como por sus detractores.
El 7 de diciembre el Congreso debía estudiar la posibilidad de iniciar un proceso de destitución del expresidente por cargos de corrupción. Sin embargo, antes de esto, Castillo, en declaraciones a la televisión nacional, anunció que había decidido disolver el Parlamento para formar un nuevo Gobierno. Se declaró el estado de emergencia en el país y se impuso el toque de queda.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no apoyaron la decisión del expresidente. Muchos ministros anunciaron su dimisión en señal de protesta.
A su vez, los diputados celebraron una sesión del Congreso y decidieron destituir al expresidente. Un total de 101 de los 130 diputados se pronunciaron a favor de la destitución del jefe del Estado.
Al prestar juramento, Dina Boluarte juró que, como presidenta de Perú, desempeñaría fielmente su cargo hasta el 26 de julio de 2026.
Detractores de Pedro Castillo tras el anuncio de su destitución.
Circularon por la red imágenes de la detención de Pedro Castillo en la sede de la Policía Nacional peruana. Castillo está acusado de abuso de poder y rebelión.
En la foto: Pedro Castillo en un coche de policía se aleja de la Prefectura de Lima, donde fue retenido tras su detención.
La policía bloqueó el acceso al Parlamento del país y vigila los alrededores. Los partidarios de Pedro Castillo bloquean las calles de la ciudad y se enfrentan a la policía. Los manifestantes exigen nuevas elecciones presidenciales.
Agentes de policía cerca de la Prefectura de Lima, donde se encontraba detenido el depuesto Pedro Castillo.
Un partidario de Pedro Castillo que resultó herido durante un enfrentamiento con la policía frente a la Prefectura de Lima, donde se encontraba detenido el depuesto expresidente.
Estados Unidos calificó el cambio del poder en Perú de "acción correctiva". El Departamento de Estado afirmó en un comunicado que lo ocurrido en Perú demuestra la dignidad del sistema democrático.