Cargó combustible por última vez en la ciudad de Ventspils, Letonia, en el mar Báltico, sin embargo el 13 de noviembre la tripulación escuchó un fuerte sonido, como una detonación, además de que las máquinas se detuvieron automáticamente, recuerda la televisión pública de España.
La nave se llamaba Prestige y transportaba alrededor de 77.000 toneladas de combustóleo pesado, de las cuales unas 63.000 se derramaron en el mar, con afectaciones en Galicia, Francia y Portugal.
El resto de toneladas de combustible se quedaron en las partes rotas del barco, con la proa hundida a 3.500 metros de profundidad y la popa a 3.800. El buque rebasó en más de 2.000 toneladas los límites recomendados para navegación segura, de acuerdo con el dictamen judicial del caso.
22 de septiembre 2020, 23:49 GMT
El derrame del Prestige ocupa la posición 21 por cantidad vertida desde 1967, según una estimación de la Federación Internacional de Contaminación de Propietarios de Petroleros (ITOPF, por sus siglas en inglés).
Entre 1970 y 2021 el mundo ha sufrido el derrame de alrededor de seis millones de toneladas de combustible, sin embargo, se alcanzaron reducciones en la primera década del siglo XXI.
La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima española registró en 2022, con corte a septiembre, 9.112 embarcaciones con materiales peligrosos.
El derrame del Prestige dañó casi 3.000 kilómetros de litoral y contaminó 1.137 playas, además de que 450.000 metros cuadrados de superficie rocosa resultaron dañados con chapopote, mientras que 500 toneladas de combustible se asentaron en los fondos marinos aledaños a las costas de España.
Greenpeace consideró el accidente uno de los peores a nivel mundial por su afectación a las aves, pues murieron alrededor de 23.000, más de la mitad en Galicia, además de estimar un fallecimiento total de 200.000.
16 de junio 2021, 11:59 GMT
Solo 200 aves pudieron regresar a su hábitat natural, después de que las labores de rescate protegieran a unas 2.000. Animales marítimos también sufrieron daños, como los moluscos, erizos de mar y crustáceos.
El juicio para enmarcar responsabilidades se extendió por 400 horas durante 89 sesiones y se estimaron los daños en 4.000 millones de euros (unos 4.144 millones de dólares), que no han sido saldados. Sin embargo, en 2018 se fijaron indemnizaciones definitivas en 1.500 millones de euros (unos 1.554 millones de dólares) para los afectados. España sigue reclamando el pago de montos de indemnización.
La sentencia de 2013 de la Audiencia Provincial de A Coruña detalla que en un primer momento el capitán del Prestige, Apostolos Ioannis Mangouras, rehusó varias veces ser remolcado para alejar al barco de la costa, que finalmente se aceptó con tres horas de retraso. El remolque de emergencias en la popa, sin embargo, no funcionó, mientras que en la proa resultó infructoso por las condiciones del mar. Ello derivó en la rotura de varias cuerdas y el buque a la deriva.
Casi cinco días pasaron entre que se emitió la llamada de rescate desde el buque hasta que se partió en dos, tras recibir alrededor de 46.000 golpes de mar. El derrame derivó en la suspensión forzada de la actividad pesquera y marisquera de Galicia hasta mediados de mayo de 2003.
22 de septiembre 2020, 23:49 GMT