Nacida en 1896, la científica condujo la primera campaña con que especialistas de Argentina hicieron trabajo en la Antártida, en el extremo sur del planeta. El 7 de noviembre de 1968, hace 54 años, inició la expedición.
A bordo de la embarcación ARA Bahía Aguirre, las científicas partieron de Buenos Aires a la Antártida, todas biólogas incorporadas al Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia.
Sus nombres eran Irene Bernasconi, especialista en equinodermos o estrellas de mar; María Adela Caría, bacterióloga; Elena Martínez Fontes, jefa de sección de invertebrados marinos del museo, y Carmen Pujals, ficóloga, es decir, especialista en algas marinas.
Las especialistas arribaron a la Base Melchior, ubicada en la isla Observatorio, en la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo sur del territorio argentino. Tras cinco años de permanecer cerrada, la base fue rehabilitada por las científicas junto a 12 compañeros hombres.
"Lo hemos deseado toda la vida", expresaron las expedicionarias sobre su perspectiva de arribar a la Antártida, en las vísperas del viaje, de acuerdo con una monografía sobre el tema albergada en el sitio digital del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto argentino.
"Recorrieron en bote 1.000 kilómetros de litoral, y lograron desembarcos para toma de muestras realizadas por ellas mismas. Los buzos que las acompañaban se sumergieron 47 veces, realizando muestreos de hasta 73 metros de profundidad, ambas marcas récord para aquel momento", apunta la dependencia.
La estadía de investigación duró dos meses y medio, les permitió instalar espineles y redes con hasta 180 metros de profundidad. Además, hicieron rastreos de fondo a 150 metros de profundidad para recolectar organismos bentónicos.
"Tomaron más de 100 muestras de agua y fango, así como especímenes de diversas especies de flora y fauna marinas, y además realizaron recuentos de bacterias y sembrado de cultivos", describe el ministerio.
La expedición permitió, además, obtener más de 2.000 ejemplares de estrellas de mar, lo que derivó en el hallazgo de una familia de la región. Además, su colección de algas marinas antárticas se integró al herbario del museo donde trabajaban.
Este 7 de noviembre, la plataforma Google dedicó su famoso Doodle ('Garabato', en inglés: una ilustración conmemorativa con que ocasionalmente decora su sitio web principal) a la científica Bernasconi, a quien rindió homenaje colocándola entre su motivo de estudio: las estrellas de mar.