"Una y mil veces más, los estudientes [sic] pedimos una instancia del diálogo con el Ministerio de Educación", sostuvo este viernes la Coordinadora de Estudiantes de Base en las redes sociales al convocar una rueda de prensa.
En una comparecencia pública este 30 de septiembre, el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, advirtió que los padres "van a tener que hacerse cargo del daño que sus hijos están provocando".
El jefe de Gobierno de la capital, que advirtió que los días de clase que se pierdan van a ser recuperados, aseguró que serán "inflexibles" con quienes mantengan las tomas.
"Hay algunas escuelas de la Ciudad que están siendo tomadas por grupos muy chicos de estudiantes, en muchos casos apoyados por padres irresponsables que le están sacando el derecho a estudiar a casi cinco mil alumnos", sostuvo.
El primer centro educativo en ser tomado hace una semana fue la Escuela Mariano Acosta, en el céntrico barrio de Balvanera de la capital.
Ante la ocupación de este establecimiento, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires envió a la Procuraduría de la ciudad un informe en el que reclamaba a los padres de los alumnos 1,5 millones de pesos diarios (9.804 dólares al cambio oficial) por cada día de toma.
Pese a que los estudiantes del Mariano Acosta levantaron la protesta el martes, los alumnos de otros colegios siguieron sus pasos, mientras que estudiantes de otras instituciones convocaron acciones como asambleas, abrazos simbólicos o pernoctes.
El conflicto escaló el miércoles, cuando la Policía de la Ciudad acudió a los domicilios de cientos de estudiantes para notificar a sus madres y padres de la demanda realizada por la alcaldía.
Reacción en cadena
La Defensoría del Pueblo de la ciudad convocó el 29 de septiembre al Ministerio de Educación, a directivos de escuelas y a representantes del alumnado para intentar destrabar el conflicto, pero al encuentro no acudió ningún representante del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Varios organismos de derechos humanos repudiaron "los intentos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y de su Ministra de Educación, Soledad Acuña, de amedrentar y coercionar a los pibes en el legítimo ejercicio de su derecho a la protesta estudiantil amparada por las leyes de la Ciudad, la Nación y los pactos de derechos humanos".
En el texto, firmado por Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, pidió a la actual gestión que "cese con sus disposiciones arbitrarias y persecución contra los centros de estudiantes y las comunidades educativas en lucha".
Alumnos, docentes y familiares de algunos colegios, como la Escuela de Lenguas Vivas Sofía Broquen de Spangenberg, el "Lengüitas", en el barrio de Palermo, organizaron el 29 de septiembre un abrazo simbólico al edificio para denunciar la "persecución política".
Otros centros educativos, como la escuela de Comercio Carlos Pellegrini o el Colegio Nacional de Buenos Aires, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, organizaron pernoctes en los establecimientos en solidaridad con sus compañeros.
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