Sin embargo, se teme que las verdaderas intenciones de la Casa Blanca con la invitación sean contener a China en el Pacífico, a través de un esfuerzo diplomático sin precedentes entre los países isleños, consideró el sitio de análisis geopolítico Global Times en una nota editorial.
Los países invitados a Washington son las Islas Marshall, Fiyi, Palau, Micronesia, Papúa Nueva Guinea, Samoa, las Islas Salomón, Tonga, Tuvalu, Islas Cook, la Polinesia Francesa, Nueva Caledonia, Vanuatu y Nauru, con Australia y Nueva Zelanda como observadores.
La publicación señala que existe inquietud entre los invitados de que se les obligue a
tomar partido entre Pekín y Washington, en un contexto complejo en el que
crecen las tensiones entre China y Estados Unidos por la isla de Taiwán. Además, Estados Unidos acompaña su acercamiento a estas naciones con enormes cantidades de recursos, señaló el coordinador para asuntos Indo Pacíficos del Concilio de Seguridad Nacional estadounidense, Kurt Campbell.
Durante el encuentro, el presidente Joe Biden anunció una aporte de 810 millones de dólares para apoyar a las islas con distintos programas. Global Times considera que la Casa Blanca tiene muy baja reputación en materia de cumplimiento de compromisos.
Además, la publicación señala que Washington acompaña sus ayudas económicas con distintas condiciones políticas.
Un centro de análisis formado por el Congreso de Estados Unidos elaboró un reporte en la víspera del encuentro multilateral, donde identificó que los países son un punto estratégico para los intereses de Washington en materia de defensa en torno a
la región de Hawái y las aguas del Este de Asia,
Si China logra atraer a una de estas naciones a su círculo de influencia, amenazaría instalaciones militares estadounidenses en un área vital de estrategia geográfica, abundó el informe derivado del recinto legislativo.
Global Times aseguró que Washington busca que estas naciones isleñas exprecen agradecimiento por su "bondad", además de obediencia. Sin embargo, los países en cuestión gozan de soberanía, independencia y demandan de Estados Unidos verdadero respeto, no su manipulación simbólica mediante ceremonias de alto perfil que ocultan intenciones intervencionistas.
La demanda central de estas naciones, abundó el sitio periodístico, es la prosperidad y estabilidad regional, para la que han desarrollado una estrategia de cara al 2050 que esperan sea reconocida por Estados Unidos.
Durante casi 80 años, desde
el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha tenido una actitud desinteresada hacia las islas; sin embargo, cambió su interés con miras a
contener la influencia regional de China, aseveró
Global Times.
Lo que no ha cambiado, precisó, es la actitud estadounidense de usar estos territorios como su "patio trasero" para su lógica hegemónica, una situación que no puede cambiar con visitas oficiales, declaraciones y apoyos en dólares abundantes.