Canciller de Bielorrusia: "Occidente dominó el mundo por cinco siglos y cree que puede seguir así"

El funcionario bielorruso aprovechó su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas para criticar las intenciones de Occidente de imponer su visión y sus reglas en todo el planeta, aunque ello implique pasar sobre los intereses de otras naciones.

Vladímir Makéi cuestionó ante la comunidad internacional qué tipo de paz impulsó Estados Unidos y la Unión Europea (UE) después de la Guerra Fría, un conflicto que, pese a que terminó hace 30 años, mantiene algunas formas de poder vigentes.

"La Guerra Fría acabó con un acuerdo de cabelleros, y estos acuerdos fueron respetados por la llamada 'parte ganadora'. Estos acuerdos no son más que un Versalles 2.0 porque Occidente ofreció a los Estados post soviéticos un único camino: convertirse en satélites [de los países occidentales] en un esfuerzo por ampliar una institución de la época de la Guerra Fría: la OTAN", aseguró el ministro de Exteriores de Bielorrusia.

Este expansionismo de la OTAN, dijo, se llevó a cabo pasando por alto los intereses de seguridad de países como Rusia y Bielorrusia, que constantemente han denunciado ante instancias internacionales la ampliación de las fuerzas occidentales hacia el Este. "Con este impulso para ampliar la OTAN, Occidente ha aplastado la noción de la seguridad como un principio fundamental", aseveró.

Si el conflicto en Ucrania estalló el pasado 24 de febrero, se debió a la necedad de Washington y la Unión Europea (UE) de promover el expansionismo de la OTAN y no respetar los acuerdos establecidos tras la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), afirmó el funcionario bielorruso.

"El problema clave [detrás del conflicto ucraniano] es que hay un choque a nivel global, un choque entre dos visiones incompatibles sobre el orden mundial: el enfoque concéntrico y el policéntrico. Occidente quiere crear un mundo unipolar concéntrico, dirigido por un único centro desde donde todos los países se subordinen a los intereses de la hegemonía occidental. Otros, en cambio, quieren un mundo multipolar donde nadie impone sus intereses y valores a otros. Occidente dominó al mundo durante los últimos cinco siglos y cree que puede seguir así de manera indefinida. Nosotros estamos convencidos de que el mundo ha cambiado", expresó Vladímir Makéi.

Internacional

"Washington anima a fuerzas separatistas a dividir a Rusia"

24 de septiembre 2022, 14:28 GMT

La sangre se derrama por culpa de Occidente

El titular del Ministerio de Exteriores de Bielorrusia recordó la participación de las tropas occidentales de la OTAN en las "guerras ilegales" de Yugoslavia, Irak, Libia y Siria, donde sólo causaron o, en algunos casos, agudizaron las crisis políticas, económicas y sociales.

"El derramamiento de sangre actual [en Ucrania] es algo de lo que hay que culpar a Occidente. Fue Occidente quien hizo que este conflicto fuera inevitable no sólo por su decisión de ampliar la OTAN, sino por rechazar las propuestas de sus opositores", comentó Makéi.

El problema, dijo, es que Washington y los países de la UE han ignorado las peticiones y las propuestas de soluciones que se han formulado desde Rusia y Bielorrusia. En 2019, recordó, Moscú invitó a todas las partes a firmar un nuevo tratado para velar por la seguridad europea.

"Era un tratado que, en definitiva, concluiría la Guerra Fría, pero pero Occidente rechazó la propuesta. Y fue en 2017, cuando el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, planteó la idea de celebrar un diálogo global de seguridad, al proponer a Minsk como lugar para las negociaciones, pero resultó ignorada. Occidente hizo oídos sordos a la propuesta rusa", criticó el ministro bielorruso.

No te pierdas las noticias más importantes

Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estos enlaces.

Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).

También tenemos una cuenta en la red social rusa VK.