Las imágenes iniciales muestran el proceso de repostaje y la carga de cohetes S-13 Tulumbas de 122 mm, que son los cohetes de mayor calibre empleados por los aviadores rusos. Tras realizar los chequeos prevuelo, los Su-25 alzan vuelo y se dirigen al área dónde se encuentran sus objetivos.
Como muchos habrán notado, a pesar de tener muchos puntos de suspensión bajo las alas, se emplean solo dos en cada ala: uno para un depósito de combustible externo y otro para el bloque de cinco cohetes S-13.
Lo más probable es que estas aeronaves realicen ataques terrestres en una zona con muchos sistemas antiaéreos enemigos, sean del tipo que sean. Por ello, solo disponen de un intento de ataque antes de retirarse del área y no convertirse en un blanco fácil al dar varias vueltas a la zona. Es por eso que no tiene sentido cargar más armamento sobre la aeronave porque la ralentizará, la hará menos ágil y al mismo tiempo no será utilizada.
Los Su-25 han demostrado su enorme robustez y lograron volver a la base aérea tras sostener un daño enorme por misiles antiaéreos, tanto en Ucrania como en otros conflictos armados por todo el mundo. Sin embargo, no tiene sentido arriesgar la vida de los pilotos, por lo cual muchas de las misiones se configuran del modo en que se muestra en el video.

"Un tanque volador": un piloto del helicóptero Mi-28 cuenta sobre sus capacidades de combate | Video
12 de agosto 2022, 12:04 GMT