"La legislación estadounidense establece que las armas pueden ser utilizadas para la legÃtima defensa, o sea, de forma reactiva, o para el ocio. Pero la forma en cómo anuncian sus productos es otra, está destinada a cuestiones activas, como si las armas fueran a ser utilizadas para la guerra. Le anuncian al mercado civil de una forma como si le estuvieran vendiendo armas de guerra al Gobierno de Arabia Saudita, cuando en realidad son armas de otro tipo. Entonces, cuando el crimen organizado ve esa publicidad aquÃ, saben que [las armas] tienen un gran poder, porque las anuncian como si estuvieran en Siria, entre edificios derrumbados. Y dicen: 'yo quiero esa arma'", observa Celorio, el hombre que encabeza la demanda de México en una corte de Boston, Massachusetts.
Masculinidad, supremacismo blanco y marketing
EEUU podrÃa tomar la decisión equivocada
"Nuestra demanda abona a una ola muy positiva de cambios estructurales en Estados Unidos. Sentimos que el momentum, la ola que se genera en esta afortunada coincidencia, está rebasando las resistencias que ponen la industria de las armas y el sector más conservador de Estados Unidos. Nosotros no pedimos que se dejen de vender armas, sino que se haga con transparencia y rendición de cuentas", comenta Celorio.
"Si el juez le da la razón a las empresas en sus defensas, estarÃa dando un mensaje de que la ley de inmunidades cubre a las empresas en Estados Unidos y en todo el mundo, y dirá que las compañÃas armeras no son responsables de lo que pase con sus productos pese a que saben qué sucede con ellos. Esto, de alguna manera, le darÃa una fuerza inusitada a la industria de las armas", concluye el consejero jurÃdico de la CancillerÃa mexicana.