"La misión de KFOR, bajo los auspicios de la OTAN, sigue de cerca la situación y está lista para intervenir si la estabilidad se ve amenazada", dice un comunicado.
La situación general de seguridad en el norte de Kosovo "sigue siendo tensa", agrega el texto.
La situación en Kosovo se agravó el 31 de julio después de que las autoridades de la autoproclamada república anunciaran a partir del 1 de agosto la prohibición de la entrada en la república de las personas con documentos de identidad serbios y reinscripción de los automóviles con matrículas serbias.
La policía fronteriza también cerró los pasos fronterizos Jarinje y Brnjak en la línea administrativa entre Kosovo y Serbia.
Los serbios del norte del Kosovo, donde la noche del 31 de julio sonaron sirenas antiaéreas, respondieron bloqueando carreteras con barricadas improvisadas. Se ha informado de enfrentamientos armados en la frontera.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, instó a las autoridades albanokosovares a mantener la paz y advirtió de que "Serbia ganará" en caso de acciones agresivas contra los serbios en Kosovo.
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