"Entonces Poroshenko se presentó a las elecciones. Se celebraron las elecciones a finales de mayo. Y Francia, Alemania, Hollande, Merkel y otros líderes europeos empezaron a rogar a Putin para que no dijera por adelantado que no reconocería los resultados de estas elecciones", explicó.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que, en ese entonces, Putin respondió que "como Poroshenko se postulaba en las elecciones con consignas de paz, que iba a parar la guerra, que iba a restaurar los derechos de todos los ucranianos, incluidos los derechos de los que viven en Donbás", Rusia no se oponía a la legitimidad de ese proceso.
"Pero como resultó muy pronto, Poroshenko olvidó instantáneamente todas sus promesas de campaña electoral y engañó a sus votantes. Les mintió a ellos y a sus patrocinadores occidentales y desencadenó otra ronda de guerra que se logró detener con gran dificultad en febrero de 2015", expuso Lavrov.
Además, señaló la razón por la que Kiev decidió en ese entonces firmar los Acuerdos de Minsk.
"Se firmaron los Acuerdos de Minsk, de los que Poroshenko dijo recientemente que no tenía intención de aplicarlos. Solo los firmó, según dijo, porque necesitaban reunir fuerzas económicas y principalmente militares para reclamar tierras, incluida Crimea. Por eso firmó los Acuerdos de Minsk", agregó.
Cuando la directora de Sputnik Margarita Simonián le preguntó si esto no fue percibido cuando firmaron los Acuerdos de Minsk, Lavrov respondió: "Desde mi percepción, esperaba que al menos quedara algo de conciencia allí".
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