"El 29 de junio, el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Lavrov, mantuvo una conversación telefónica con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas [ONU], António Guterres. Los interlocutores abordaron algunos de los problemas internacionales centrando su atención en la seguridad alimentaria en el contexto de la situación en Ucrania y Donbás", resalta el comunicado.
El alto diplomático ruso subrayó que la libre salida de los granos ucranianos está obstaculizada por la "colocación de minas por parte de Kiev" en el mar Negro.
Rusia, por su parte, está dispuesta a "seguir cumpliendo con sus obligaciones" con respecto a la exportación de productos alimenticios y fertilizantes, a pesar de las sanciones impuestas por Occidente y las consecuencias de la pandemia del COVID-19, subrayó Lavrov.
"También señaló la disposición [de Rusia] a continuar trabajando para reducir las amenazas de la crisis alimentaria, incluida la coordinación con la ONU", indica la nota.
La ONU anunció en varias ocasiones que existe la amenaza de una crisis alimentaria por la escasez de cereales procedentes de Ucrania.
Kiev y sus aliados acusan a Rusia de estar bloqueando con sus fuerzas navales las exportaciones de granos desde los puertos ucranianos.
Moscú rechaza esas acusaciones, alegando que las exportaciones marítimas de cereales desde Ucrania se encuentran paralizadas debido a que las fuerzas de Kiev minaron los puertos del país.
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