"Rusia, al garantizar la seguridad alimentaria interna y al cubrir su mercado interno, es capaz de aumentar significativamente las exportaciones de alimentos y fertilizantes", declaró el presidente ruso.
En particular, destacó que las exportaciones del grano ruso pueden superar los 50 millones de toneladas, pero indicó que los suministros serán dirigidos a los países más vulnerables a la crisis alimentaria.
"En primer lugar se trata de los países africanos y de la región de Oriente Medio", precisó.
En este contexto, saludó la apertura de la ONU a un diálogo sobre la crisis alimentaria, precisando que se puede debatir el establecimiento de "condiciones normales logísticas, financieras y de transporte para las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes".
El presidente reiteró que el bloqueo del trabajo de las empresas y de la logística de suministros de fertilizantes de Rusia y Bielorrusia por las sanciones de EEUU y la UE amenazan con llevar una hambruna a los países pobres, lo que "estará enteramente en la conciencia de las administraciones estadounidense y europeas".
En lo referente a las exportaciones del grano ucraniano, reiteró que Rusia no las impide y recalcó que Ucrania tiene al menos cinco o seis opciones para exportar sus cereales
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