Aunque cada vez está más cerca el final de su periodo presidencial, el mandatario mexicano considera que es "muchísimo tiempo" el que le queda en Palacio Nacional.
Durante su conferencia de prensa del 17 de junio, López Obrador advirtió a sus opositores políticos que no se siente débil y que seguirá gobernando para conseguir la transformación de México.
"Imagínense con los dos que nos faltan, dos años y tres meses. Que además tengo más fortaleza que antes. Estoy entero. Estoy bateando arriba de 300", comentó el presidente de México.
Tras fuertes cuestionamientos sobre su estrategia de seguridad contra la delincuencia organizada y sobre su combate a la corrupción, López Obrador insistió en que las críticas a su Administración son reacciones viscerales de parte de grupos conservadores, los cuales se oponen a la llamada Cuarta Transformación.
"Estamos combatiendo la corrupción, no hay duda", afirmó López Obrador al sacar un pañuelo blanco, en señal de paz.
También expresó que ha tenido acercamientos con diferentes círculos empresariales. Dijo que tuvo una reunión con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con quienes abordó el tema de posiblemente abrir importaciones de gas al país latinoamericano.
Además, comentó que, de cara a su reunión con el presidente estadounidense Joe Biden, organizará un encuentro entre empresarios de ambos países para llegar a nuevos acuerdos de cooperación económica.
"Vamos a tratar asuntos que tienen que ver con la cooperación económica, con los países de Centroamérica, con el propósito de enfrentar el fenómeno migratorio, me importa mucho las visas de trabajo y vamos a ver si tenemos una reunión conjunta de empresarios mexicanos y estadounidenses", agregó López Obrador.