Futuro negro
Los datos apocalípticos en Europa no se detienen allí. Y es que el pasado mes de marzo, la población de Austria tuvo que pagar por la luz un 42,4% más que hace un año que en el mismo mes del año anterior, es decir, 2021.
Así las cosas, para la economía europea pinta un futuro negro sin el oro negro ruso, y asfixiante, sin el gas del gigante euroasiático. Y como siempre, lo pagarán los ciudadanos de a pie, y no las autoridades que piden a sus ciudadanos que se duchen menos, o directamente que sólo se laven algunas partes del cuerpo, e incluso, que no laven su ropa, sino que la aireen.
El director de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, califica esta situación como un "panorama difícil y sorprendente". Añade que para hacer estimaciones de cara al futuro habría que concretar, no sólo estimaciones sobre el impacto, sino también sobre el reto en sí mismo. Asimismo, incide en que el impacto va a estar muy relacionado con la evolución del contexto geopolítico derivado del conflicto en Ucrania y su duración, que es algo difícil de prever en este momento.
"Yo no descartaría que haya países como Alemania o Austria, que estén de alguna forma apostando a retrasar lo más posible el impacto de estas medidas sancionatorias para sí mismos, para sus propios países, con el fin de prever la posibilidad de que haya un cambio en el contexto geopolítico que posibilite suavizar de alguna forma las medidas a medio plazo, y que al engancharse los dos períodos, esto les posibilite evitar el caos en el que se pueden sumir estas economías como consecuencia de las medidas que se están tomando", observa el analista.
Zelaia advierte que a esta situación hay que ubicarla en el contexto histórico en que se encuentran Europa y EEUU de agotamiento del modelo neoliberal, de economías hiper endeudadas que ya no dan más de sí, que ya han intentado resolver durante años todos los problemas en base a expansión monetaria y un endeudamiento cada vez mayor.
Menos duchas y menos lavar la ropa
El pasado 28 de abril en la reunión de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, la eurodiputada de Fidesz Edina Tóth, lanzó una pregunta al vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, quien había sugerido que los ciudadanos europeos deberían apoyar los embargos de la UE contra Rusia duchándose menos y ventilando su ropa en lugar de lavarla.
"A partir de mayo, está prohibido enfriar por debajo de los 25 grados en escuelas y edificios públicos en Italia, y calentar los edificios públicos por encima de los 19 grados en invierno. Al comienzo de la sesión, Timmermans pidió a los ciudadanos que apagaran la calefacción de sus casas. ¿Está la UE iniciando medidas similares a nivel europeo? ¿Y quieres recetar a cuántos grados quieren calentar los edificios? En la práctica, ¿cómo quieren controlar esto?", disparó Tóth.
Timmermans negó estar ejerciendo una presión indebida sobre los hogares europeos a través de su consejo, e insistió en que sencillamente les estaba diciendo a sus "conciudadanos que ellos también podían hacer algo para poner menos dinero en el bolsillo de Putin. "Por supuesto, también pueden optar por no hacer nada, pero también pueden optar por calentar menos, ir en bicicleta y no en automóvil, tomar duchas más cortas y ventilar su ropa en lugar de lavarla", dijo el político holandés.
"Tenemos a ciertas personas y grupos, que están en una situación desesperada. Tenemos los grupos que es la propia élite corporativa occidental que está viendo que su modelo se termina, que se siente amenazada por Rusia y por China, que están pensando que ‘ahora o nunca’. Es decir, que están a punto de perder el poder, y junto a esas élites corporativas tendríamos a una serie de personas, responsables políticos que podríamos ubicarlos dentro de ese contexto, podríamos decir, de fanáticos corporativistas: Timmermans podría ser uno de ellos. Y estas personas están dispuestas a cualquier cosa y están haciendo constantemente propuestas disparatadas. Precisamente esto hace ver el altísimo nerviosismo que tienen frente a la situación actual", concluye Adrián Zelaia.