"¡No va a pasar, no va a pasar! ¡Los quiero!", fueron los gritos que la legisladora priista Paloma Sánchez dirigió a los ciudadanos que se dieron cita a las afuera de la Cámara de Diputados el pasado domingo 17 de abril cuando se votó y desechó la reforma energética del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Sánchez salió al patio del recinto desde donde alzó las manos y, entre risas, lanzó gritos a los manifestantes que pedían la aprobación de la reforma. Tras un par de burlas, Sánchez regresó a las oficinas de San Lázaro en donde fue increpada por un par de personas que le recordaron su deber como legisladora. "¿Qué no son representantes?", se escucha decir a una mujer.
La actitud de la legisladora fue tachada como indignante por parte de algunos morenistas. "¡Que no se olvide que el pueblo pone y el pueblo quita!", escribió la diputada Laura Imelda Pérez Segura.
Pero es no fue todo, pues ya adentro del pleno de la Cámara de Diputados, la legisladora volvió a hacer comentarios lamentables al asegurar que ella no busca el voto de la gente, pues para eso es plurinominal.
"No me importa, ni voy a ir a buscar el voto. ¡Por eso soy pluri. Soy pluri y a gusto!", espetó la mujer desde curul en donde votó en contra de la reforma energética. Su comentario fue duramente criticado.
Tras la polémica, la legisladora indicó que sus comentarios fueron desafortunados y se dieron en medio de un acalorado debate e ir y venir de acusaciones e insultos.