El 6 pasado de abril, el portal Delfi comunicó que la policía de seguridad estonia detuvo a Chérisheva, de 43 años, y otro exempleado de Sputnik Meedia, Mati-Dmitri Terestal de 50 años. Dos días más tarde la periodista fue liberada.
"Después de un registro de 16 horas, fuimos trasladados a un centro de detención. Luego nos llevaron a un interrogatorio, después hubo un juicio, el fiscal exigió dos meses de arresto. Al día siguiente, el juez dictaminó: vetarnos la salida del país, nos prohibieron salir de la casa por más de tres días", dijo Chérisheva.
Según la empleada de Sputnik, "ahora tenemos confiscado todo: equipos, teléfonos, dinero en efectivo".
Chérisheva calificó además de "estupidez total" las acusaciones presentadas contra ella por las autoridades estonias, agregando que Tallin intenta relacionarla con el director general de Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov, que aparece en la lista de sanciones occidentales.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, a su vez, afirmó que las acusaciones contra Chérisheva son un "absurdo" y tildó el incidente de un acto de "terrorismo de Estado" perpetrado por Estonia.
A principios de marzo Sputnik Meedia anunció su cierre debido a la presión y restricciones, impuestas por los bancos y las autoridades estonias, así como a las amenazas a sus empleados.
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