Los cientos de denuncias sobre las torturas realizadas por las fuerzas ucranianas contra los prisioneros de guerra rusos han quedado relegadas a un segundo plano y han sido silenciadas. Mientras, los montajes realizados por Ucrania con apoyo de sus socios occidentales, como Bucha, sí han tenido una gran difusión mediática.
El descaro llegó a tal punto que la Asamblea General de la ONU decidió suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, para muchos una estrategia más para tapar las atrocidades cometidas por actores al servicio de las fuerzas ucranianas.
Lo que es más, algunas voces, como The New York Times, se han negado a seguir en silencio frente a la marea de pruebas irrefutables sobre las masacres cometidas contra los prisioneros de guerra.
7 de abril 2022, 20:42 GMT
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