El conflicto entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, reivindicadas por los argentinos pero ocupadas por los británicos desde 1833, suele analizarse a la luz de los acontecimientos históricos ocurridos en torno a las islas del Atlántico Sur, la diplomacia, el derecho internacional y el conflicto armado que enfrentó a ambos países en 1982.
Sin embargo, para el periodista e investigador especializado en la causa Malvinas Juan Natalizio hay otra arista que no se debe perder de vista: la Guerra de Malvinas debe encuadrarse en la Guerra Fría y los intentos de Estados Unidos de contrarrestar lo que consideraba una posible influencia de la Unión Soviética en el Atlántico Sur.
Para adentrarse en esa línea de interpretación, Natalizio propone retrotraerse hacia la década de 1970, cuando la línea la principal ruta marítima del petróleo bordeaba el continente africano y una posible mayor influencia de la Unión Soviética (URSS) en la zona ponía nerviosos a los altos mandos del Departamento de Defensa de EEUU.
"Desde el Pentágono empezaron a analizar que la URSS se había instalado en diferentes países del continente africano y que, eventualmente, podría realizar un corte de esa ruta marítima, algo que veían como una posible amenaza militar", explicó Natalizio.
Aquella preocupación derivó en una conclusión estratégica en el Pentágono. "EEUU necesitaba instalar distintas bases militares en el Atlántico Sur para proteger esa ruta marítima", apuntó el investigador. En ese contexto surgió la idea de crear una Organización del Tratado del Atlántico Sur (OTAS) —un espejo de la OTAN en el Hemisferio Sur con Argentina, Brasil y Sudáfrica como socios principales— o directamente instalar una base militar al servicio de la OTAN en las Islas Malvinas, aprovechando su ubicación estratégica.
Natalizio apuntó que la segunda opción terminó seduciendo más al Departamento de Defensa estadounidense, que entendía que una base militar de la OTAN sería más una alternativa más confiable para los intereses de EEUU, aunque significaba que EEUU debía asegurarse de que los británicos mantuvieran su control sobre las Islas Malvinas.
El investigador mencionó que el expresidente argentino Arturo Frondizi (1958-1962) llegó a desvelar públicamente que durante una reunión el agente de la CIA Vernor Walter le dijo que la intención de Washington era "generar una crisis en el Atlántico Sur" con la intención de que, tras un conflicto entre Argentina y el Reino Unido, el país europeo perpetúe su ocupación y habilite la instalación de una base al servicio de la OTAN.
Los vínculos de EEUU con Galtieri
El estrecho vínculo que EEUU cultivó con el comandante del Ejército Leopoldo Galtieri, presidente de la Junta Militar entre 1981 y 1982 y titular del Gobierno de facto en el momento en el que Argentina incursionó en las islas para recuperar su control, también es una demostración del interés que la potencia del norte tenía en el conflicto.
Al respecto, Natalizio recordó que Galtieri tuvo reuniones en Buenos Aires con el jefe del Estado Mayor del Ejército de EEUU, Edward Meyer, y con el propio Walter, en las que los enviados de Washington lo convencieron de la necesidad de relevar al entonces presidente de facto argentino, Roberto Viola, por ser presuntamente "prosoviético" al no plegarse a los bloqueos económicos contra Moscú impuestos por EEUU. Galtieri llegó a viajar a EEUU en diciembre de 1981, instancia en la que fue recibido por el mismísimo vicepresidente estadounidense George H.W. Bush y tratado con los máximos honores. Poco tiempo después, el militar argentino ya era el titular del Gobierno de facto argentino.
Precisamente, la Junta Militar encabezada por Galtieri es la que llega al poder con la cuestión Malvinas como prioridad y ordena agotar rápidamente todas las vías diplomáticas para asegurar la soberanía sobre las islas pero con la certeza de que, de no lograrlo, recurriría a las armas.
Según Natalizio, en el seno de la dictadura argentina existía la certeza, construida a partir de sus "vínculos" con altos mandos militares estadounidenses, de que EEUU no se interpondría y de que "guerra no iba a haber", ya que la respuesta del Reino Unido no pasaría de una queja.
El investigador argentino remarcó que esta postura de EEUU fue "una mentira" hacia la dictadura argentina. Según Natalizio, la forma en que la Junta Militar creyó erróneamente en los mandos militares estadounidenses queda de manifiesto en las reiteradas declaraciones del integrante de la Junta Militar Jorge Anaya durante las investigaciones posteriores sobre el conflicto. "En las entrevistas que le hacen a Anaya en tres momentos distintos habla de la sorpresa que para ellos fue la reacción y el rol de EEUU y de como ellos creían que no iba a participar", consignó.
En efecto, EEUU no solo respaldó al Reino Unido en su reclamo por Malvinas sino que, en el marco de la OTAN, Washington proporcionó asistencia militar a Londres y que permitió, entre otras cosas, que aviones británicos derribaran a aviones argentinos usando los misiles Sidewinder manufacturados en EEUU.
Malvinas, un interés de la OTAN hasta la actualidad
Desde 1982, la ocupación de las Islas Malvinas ha sido un pilar para la estrategia de despliegue de la OTAN en el Atlántico Sur. Natalizio remarcó que basta consultar mapas del despliegue militar de la organización y la Unión Europea en el mundo para comprobar que la base militar instalada en las islas "apunta al centro continental argentino, la Patagonia, al cruce del Océano Índico y Pacífico, la Antártida y al cruce entre el Atlántico y el Índico".
"Cuando uno entra al sitio de la Royal Navy y entra a donde dice qué están haciendo en el Atlántico Sur dicen que están 'protegiendo los recursos naturales del Atlántico Sur', que en realidad le roban a los argentinos, y que están acá para 'mostrarle al mundo su interés por este territorio', que es justamente el control de los mares", analizó el argentino.
En ese sentido, Natalizio ilustró la importancia que la zona tiene para la OTAN señalando que "si alguien atacara el cruce de Panamá, el único cruce oceánico que queda es el del Atlántico Sur".
"La OTAN tiene bases en Malvinas para demostrarle al mundo que en este sector del planeta los que controlan militarmente son ellos y no los países a los que realmente les corresponde. Estamos hablando de que son usurpadores, ladrones y enemigos no solo de Argentina sino de América Latina en general", sostuvo.
Natalizio enfatizó que la ocupación de las Malvinas también da al Reino Unido una "proyección" sobre la Antártida. "Cuando uno entra al museo que los ingleses instalaron en las Malvinas ya nos dicen cuál es su próximo paso: es la Antártida y es la Antártida argentina pero también la chilena, es decir, la Antártida sudamericana", advirtió.
Para Natalizio, tener una conciencia latinoamericana es clave para dimensionar correctamente la magnitud de la ocupación británica en el Atlántico Sur. "De la misma manera en que la OTAN ve esas bases como suyas, nosotros vemos ese conflicto como de toda la región", sintetizó.