Ante la pregunta de si algún día se legalizará la amapola para uso medicinal, el mandatario federal respondió que las autoridades sanitarias todavía no llegan a un consenso en México, por lo cual vislumbra lejana esa posibilidad.
En su conferencia de prensa del 31 de marzo, el presidente reiteró que la lucha de su Gobierno contra el narcotráfico tiene que ver más con atender las causas que originan la crisis, no con enfrentamientos armados contra los cárteles.
"[Es importante informar sobre las consecuencias a la salud y la seguridad que genera el tráfico de drogas], porque si no, todo se maneja en series de Netflix, donde hasta se pintan mundos color de rosa, bandas de delincuentes, de narcotraficantes, con actores hombres y mujeres guapas, residencias, carros último modelo, alhajas, ropas de marca, poder de cómo someten autoridades", comentó López Obrador.
"Ese es el mundo de las series, pero no se conoce esto otro que duele mucho: la destrucción, sobre todo de los jóvenes. Estamos hablando de miles de fallecimientos. En Estados Unidos, [el consumo de drogas] es un problema grave", agregó desde Palacio Nacional, en la Ciudad de México.
La narrativa sobre los cárteles poderosos que se pelean a muerte entre sí para dominar el territorio mexicano ha sido promovida con mayor fuerza desde 2006, cuando el expresidente Felipe Calderón declaró su llamada "guerra contra el narcotráfico", la cual ha sido severamente criticado por haber carecido de estrategia y por enfocarse en las drogas como un problema de seguridad y no de salud pública.
El periodista y escritor mexicano Oswaldo Zavala considera que ese discurso sólo beneficia la estrategia gubernamental, la cual busca culpar exclusivamente a los grupos delincuenciales de la crisis de seguridad que se vive en México.
En su libro Los cárteles no existen (2018), Zavala sostiene que el mundo del narcotráfico que pintan las series televisivas y las películas está muy alejado de la realidad. Según él, esta narrativa fue creada por las autoridades para ocultar las redes del poder oficial que determinan los flujos de la droga.
"A Felipe Calderón, Estados Unidos le vende la idea de que el narco está fuera de control y de que está tomando el control, que no hay soberanía estatal. Es un escenario producto de la inteligencia estadounidense", dijo el periodista en una entrevista con el sitio Animal Político.