Los dos hombres, identificados como Sultán Atallah, de 55 años, y Rami Shammi, de 33, habían sido condenados en el pasado por contrabando de drogas desde el Líbano, aseguró el servicio de inteligencia.
De acuerdo con las autoridades, dos hombres habían sido encargados con el contrabando de armas a Israel con el fin de ocultarlas, para que otros agentes de la milicia proiraní las encontraran, también se les había encomendado sentar las bases para llevar a cabo ataques terroristas.
Otra tarea consistía en identificar los sitios sensibles en Israel, contra los que Hizbulá podrían apuntar sus misiles, o donde se pudiera llevar a cabo un secuestro.
Atallah y Shami fueron acusados en el Tribunal de Distrito Norte después de una investigación conjunta del Shin Bet, el Ejército israelí y la Policía, según informaron funcionarios israelíes.