"Había una paramédico gritando que un chavo se estaba ahogando en su sangre por las mismas heridas que tenía en la boca y en el rostro". Esta es una de las escenas de las que Kevin, de 23 años y originario de Querétaro, fue testigo el pasado sábado 5 de marzo, cuando se vivió una de las más sangrientas jornadas del fútbol mexicano.
En los videos difundidos en redes sociales se observa a aficionados de los Gallos Blancos y del Atlas protagonizar una batalla campal. Sillas, vasos, tubos e incluso butacas fueron usadas como armas por los integrantes de las barras de dichos equipos de futbol para golpearse ente sí.
En un primer momento se habló de 17 fallecidos; sin embargo, horas más tarde la cifra pasó a cero y se informó sobre 26 heridos, tres de ellos de gravedad; sin embargo, testigos de la trifulca, entre ellos Kevin, hablan de una verdadera carnicería.
"Chavos golpeados, inertes, inconscientes; había un chavo desnudo envuelto en una bolsa de plástico negra (...) Esto fue muy grande, de dimensiones muy muy amplias. No dudaría que en realidad sí hubiera algún deceso, algún asesinado de cualquiera de los dos bandos porque agarraron parejo. Yo me percaté que estaban inconscientes, que estaban respirando algunos, de otros la verdad no alcancé a ver, yo buscaba salir, pero por la magnitud de la heridas... igual y uno de esos chavos, tal vez, fueron mayores (las heridas)", cuenta Kevin entrevista con Sputnik.
Aunque este joven de 23 años le va a los Pumas de la UNAM, desde los cinco años juega fútbol, un deporte que le apasiona, razón por la cual compró el abono para acudir a los partidos del equipo local. El sábado, este chico queretano iba acompañado de su padre y su hermana de 12 años.
Hasta la zona en la que estaba, comenta, no llegó la trifulca; sin embargo, al ser una zona neutra había aficionados del Atlas que portaban playeras de dicho equipo, entre ellos el señor Francisco y su hijo, un menos de aproximadamente siete años.
"Una chica que estaba en la misma fila le comenta al señor que, en buena onda, mejor se quite la playera del Atlas, el señor comprendió completamente la situación, se la quita y la guarda, igual su acompañante adulto, pero su hijo no traía nada abajo. Yo pues le regalé mi playera para que se la pusiera y yo me puse mi sudadera", cuenta el joven, cuyo caso se hizo viral en Twitter al intentar saber sobre si el señor y su hijo estaban con bien.
Kevin asegura que la gran falla fue la seguridad privada que el estadio debía brindar a los asistentes, pues se quedó corta ante la trifulca y las barras. Aunque no trata de defender los hechos violentos por parte de las barras de los Gallos Blancos, el joven indica que la porra del Atlas provocó la trifulca y algunos también golpearon con lujo de violencia a algunos queretanos.
"En cuanto al fútbol creo que es lo de menos. Lo que se vivió el sábado es un reflejo de cómo está México en general: fatal", asegura el joven.
Según el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, las autoridades ya están investigando los hechos de violencia.