"El primer vuelo humanitario llegó a Quito con 99 mujeres, 145 hombres, 2 menores y 3 mascotas", publicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Twitter.
Lágrimas, carteles, flores, oraciones, agradecimientos se conjugaron en un día de emociones que empezó temprano para los padres de los jóvenes que cursaban diversas carreras en universidades ucranianas.
En carpas colocadas en uno de los parqueaderos del aeropuerto internacional Mariscal Sucre, de Quito, esperaron los padres agradecidos "con Dios y con la vida" que les permitieron volver a ver a sus hijos, en su país, lejos del conflicto.
"Me salen lágrimas desde que salimos de Hungría", dijo a periodistas un estudiante de Medicina que huyó de Ucrania hacia ese país.
Añadió que se siente a salvo fuera de la zona del conflicto pero con la incertidumbre de no saber si podrá volver a Ucrania para terminar sus estudios.
"Nuestra vida allá se quedó en suspenso; no sabemos si volveremos, pero esperamos que todo pase para retornar a nuestros estudios", comentó otra estudiante.
Uno de los familiares que esperaba por su hermano de 24 años comentó que su madre lo esperaba en casa con su plato favorito.
"Luego de tres años será un reencuentro muy especial, porque han sido días de mucho sufrimiento, le pedimos a mi hermano que vuelva apenas escuchamos de las noticias, y logró salir de Kiev en un auto particular", añadió.
Aunque no hay cifras exactas se calcula que unos 1.000 ecuatorianos vivían en Ucrania.
Un segundo vuelo humanitario, contratado por el Gobierno ecuatoriano, saldrá del aeropuerto Frederic Chopin, de Varsovia, casi al finalizar la noche del 4 de marzo.