"El plan de 10 puntos de la AIE para reducir la dependencia de la Unión Europea del gas natural ruso contiene una serie de medidas adicionales que pueden adoptarse en los próximos meses", dice el documento.
Los dos primeros puntos del plan contemplan abandonar los nuevos contratos con Rusia para el suministro de gas y sustituirlos por fuentes de gas alternativas.
La agencia considera que la aplicación del plan podría reducir la demanda de combustible azul ruso en más de un tercio, o sea, en más de 50.000 millones de metros cúbicos durante un año.
El organismo estima que Europa importó unos 155.000 millones de metros cúbicos de gas de Rusia en 2021, incluido el gas natural licuado, de los cuales el gas de Gazprom supuso 140.000 millones de metros cúbicos.
La AIE, sin embargo, cree que Europa podría ir más allá en su intención de rebajar su dependencia de las importaciones de gas ruso a corto plazo, aunque para ello sería necesario disminuir el índice de emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea.
"Si Europa tomara nuevas medidas, las importaciones de gas ruso se podrían reducir en más de 80.000 millones de metros cúbicos, es decir, más de la mitad a corto plazo", señala la agencia.
La AIE reconoce que será difícil recortar la dependencia europea del gas desde Rusia y que será necesario un esfuerzo político concertado y sostenido en muchos sectores, así como un diálogo internacional activo sobre los mercados energéticos y la seguridad.