"Tenemos la intención de suministrar armas (a Ucrania), incluidos aviones de combate", declaró el alto representante de la UE para asuntos exteriores, Josep Borrell.
El apoyo armamentístico tiene por objeto "contribuir al reforzamiento de las capacidades y resistencia de las fuerzas armadas ucranianas", se lee en uno de los documentos oficiales del organismo.
Pero parece que los benefactores de la OTAN no se dan cuenta de que con estas medidas, solo le echan más leña al fuego y agravan el conflicto armado que ya dejó víctimas tanto por parte de Ucrania, cómo por parte de las de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y Rusia.