LaPili muestra una gran pasión por la música y la moda desde muy pequeña, y según cuenta a Sin Tapujos, desde los tres años ya realizaba sus primeros shows en casa delante de su familia. Ella misma inventaba las coreografías y se encargaba del vestuario a partir de los viejos pañuelos de su madre atados en nudos.
A pesar de ser de una ciudad pequeña de España, siempre demostró interés por mujeres empoderadas como Missy Elliott que reivindicaban cuerpos reales y no normativos frente a la dictadura de los cánones de belleza impuestos por la sociedad. LaPili se ha convertido hoy en día y sin pretenderlo en una abanderada de este tipo de mensajes y en un ejemplo de miles de jóvenes y adolescentes que la toman como un referente de belleza y feminismo.
"De pequeña me decían que había ropa que yo no me podía poner o que no podía bailar de una determinada manera porque enseñaba la chicha y eso no estaba bien. Me ha costado mucho trabajo llegar a donde estoy y ojalá que la sociedad normalizara todos los tipos de cuerpos", asegura en esta entrevista para Sin Tapujos donde LaPili nos enseña su lado más personal.
A pesar de todo, asegura que no se siente "una provocadora" y que hace lo que hace porque ella es así. Con la artista charlamos también sobre la cultura del reguetón y cómo hay una sociedad machista que trata de cancelarlo por motivos racistas: "No veo que se haga lo mismo con otros estilos musicales como el rock o el flamenco cuando tienen letras similares o incluso peores", asegura.
LaPili tiene una gran influencia africana tanto en su música como en su marca de joyas y moda de filosofía upcycling, y ha viajado varias veces a este continente para empaparse de su cultura y poder poner en práctica sus conocimientos a raíz de sus experiencias allí en su trabajo a posteriori.