La banda Intercontinental Poopó es una de las más destacadas del carnaval de Oruro. Fundada en 1964, actualmente la integran más de 220 músicos.
Las bandas con trompetas, trombones, tambores y platillos, entre otros instrumentos, mantuvieron a miles de asistentes al carnaval bailando y cantando hasta el amanecer.
La danza de la Diablada es una de las preferidas por las y los asistentes al carnaval de Oruro. Liderados por el Arcángel San Miguel, diablos y diablas bailan al son de un ritmo frenético, que exigen un gran estado físico en quien interprete al jefe de los ángeles.
Un diablo de la Diablada. La belleza de los trajes del carnaval reside en gran medida en lo elaborados de sus diseños. Cada uno puede rondar los 1.000 dólares, que en parte dan sustento al gremio de costureros de Oruro.
Los trajes de la Diablada llegan a pesar 20 kilos, que los danzarines cargan con la mayor gracia posible durante horas de recorrido. Para demostrar su fe en la Virgen del Socavón algunos no dudaron en cubrirse de chispas y también algo de fuego.
La danza del Tinku es originaria del norte de Potosí. En sus vigorosos pasos simulan una pelea.
El Tinku, que en quechua significa "encuentro", hace referencia a la fiesta que todos los años se realiza en la localidad potosina de Macha. Allí, los comunarios se enfrentan a golpes para fecundizar los suelos con su sangre y, así, obtener buenas cosechas.
Al final de su recorrido, las y los bailarines —también los músicos— daban lo mejor de sí para movilizar a los espectadores.
Las bengalas y fuegos artificiales sumaban belleza al espectáculo.
Más de 50 conjuntos folclóricos concluyeron su recorrido de cuatro kilómetros en la avenida Cívica, donde se encuentra el santuario de la Virgen del Socavón, adorada por los mineros desde el siglo XVII.