"Debido a la solicitud del jefe de la República Popular de Lugansk, presentada ante el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia deben ejercer en el territorio de la República Popular de Lugansk las funciones de mantenimiento de la paz hasta que se concluya acuerdo mencionado en el párrafo tres de este decreto", dice el decreto correspondiente publicado en el Portal oficial de información jurídica de Rusia.
La disposición idéntica aparece también en el decreto sobre el reconocimiento de la soberanía de la RPD.
Además, el Presidente ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia que mantenga conversaciones con l ambas repúblicas sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas, amistad, cooperación y asistencia mutua.
El 21 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó el decreto que reconoce la soberanía de la RPD y la RPL en una ceremonia celebrada en el Kremlin, en la que también estaban presentes los líderes de las repúblicas, Denís Pushilin y Leonid Pásechnik.
Luego, Putin también suscribió los Acuerdos de amistad, cooperación y de asistencia mutua entre Rusia y las dos repúblicas populares y le pidió a la Asamblea Federal de Rusia que apoye esta decisión y ratifique los documentos.
El conflicto armado en el este de Ucrania entró en una fase de escalada en la segunda quincena de febrero cuando los militares ucranianos denunciaron un drástico aumento de las infracciones del armisticio por parte de las milicias de Donbás.
A su vez, las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, acusaron a Kiev de bombardear su territorio con armas pesadas, en violación de los Acuerdos de Minsk y las medidas adicionales pactadas para reforzar el alto el fuego, que apunta a los preparativos para una solución militar del conflicto.
En este contexto, los líderes de Donetsk y de Lugansk anunciaron la evacuación de niños, mujeres y ancianos ante una posible ofensiva del Ejército ucraniano y decretaron la movilización general.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha más de 14.000 muertos, según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas.