"El último análisis que hicimos nos dio 785.238 hectáreas", comentó el ingeniero Franco Rosso al exponer la situación de la provincia.
El área quemada representa 8,8% de la superficie de Corrientes, que tiene en total 9 millones de hectáreas.
El 4% del área calcinada, equivalente a 28.733 hectáreas, son bosques nativos, mientras que un porcentaje similar, con 31.265 hectáreas quemadas, corresponde a bosques cultivados.
"Del 9 al 16 de febrero se quemaron 30.000 hectáreas por día, el equivalente a 30.000 manzanas", alertó Rosso.
El mayor porcentaje de tierra abrasada, 31%, corresponde a esteros y otros bañados (245.110 hectáreas), mientras que otro 21% carbonizado (163.736 hectáreas) son malezales.
En condiciones normales, Corrientes tiene 38,5% de su superficie cubierta por agua.
Tras dos años de escasas precipitaciones y un invierno muy seco, el distrito que alberga las Cataratas de Iguazú tiene en la actualidad menos de 10% de su superficie cubierta por agua.
"Eso hace que gran proporción de esos lugares que tienen agua o abundante biomasa verde, y que ahora en enero deberían estar verdes, están secos", explicó el ingeniero del INTA.
Esta situación se ve agravada por la retracción del Río Paraná, cuyo caudal se encuentra en mínimos históricos en un proceso que comenzó en marzo de 2021 y que ha generado daños en la fauna íctica, en los cultivos de la zona y en la capacidad productiva de la región.
Hasta el 15 de enero se habían quemado 80.406 hectáreas, número que ascendió a 518.965 hectáreas para el 7 de febrero.
Durante el mes pasado se registraron en toda la provincia de Corrientes 3.436 focos de calor, número que ascendió a 3.865 este mes.
Los productores estiman pérdidas por más de 20.000 millones de pesos (178,5 millones de dólares al cambio oficial).
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, declaró el pasado viernes el territorio como "zona de catástrofe ecológico y ambiental" y pidió ayuda a EEUU.
Doce de los 24 distritos del país mandaron algún tipo de asistencia a Corrientes para ayudar a la jurisdicción a combatir los incendios.
También enviaron recursos Brasil y Bolivia, países fronterizos con esta provincia argentina.