La mayoría de los esfuerzos se concentran en la zona del Morro da Oficina, una favela que fue parcialmente destruida por un enorme deslizamiento de tierra, según pudo comprobar la Agencia Sputnik.
Decenas de bomberos, policías y voluntarios participan en las tareas de rescate en esta zona, donde más de 80 casas fueron totalmente destruidas.
Según el último recuento oficial de la Defensa Civil, hay 116 desaparecidos y el número de muertos llega a 122.
En contraste con el bullicio que reina en el resto de la ciudad, donde los vecinos se afanan en limpiar tiendas y calles, en esta zona reina el silencio.
El coronel Leandro Monterio, secretario estadual de la Defensa Civil, explicó a la prensa local la estrategia en estos momentos.
"Tenemos una técnica para este tipo de desastre; primero, necesitamos silencio, es un trabajo manual, llamamos a las personas por su nombre, pasamos con los perros entrenados para encontrar personas vivas y después los bomberos pasan de nuevo llamando por el nombre", explicó.
Los equipos de rescate aún confían en encontrar supervivientes, pero atendiendo la situación actual parece difícil, ya que el lodo y los escombros forman una masa densa que deja poco espacio para el refugio de personas con vida.