Lo que se ha visto por el telescopio Hubble se conoce colectivamente como Arp 282 en el Atlas de Galaxias Peculiares de Halton Arp. Las galaxias NGC 169 e IC 1559 se han acercado lo suficiente como para intercambiar material cósmico. Este fenómeno astronómico no es inusual, lo que pasa es que las galaxias son atraídas gravitacionalmente, probablemente canalizadas a lo largo de los hilos de la red cósmica invisible que se extiende y juega un papel clave en la formación del Universo.
La impresionante interacción entre dos galaxias captada por el telescopio Hubble
© Foto : Agencia Espacial Europea (ESA)
"Cuando dos galaxias interactúan, el gas, el polvo e incluso sistemas solares enteros serán atraídos desde una galaxia hacia la otra por estas fuerzas (…) Este proceso puede verse en acción en esta imagen: se han formado delicadas corrientes de materia que unen visiblemente las dos galaxias", explicó la Agencia Espacial Europea (ESA).
Las interacciones entre las galaxias contribuyen de forma significativa a su evolución, ya sea con un simple acercamiento en el que se produce un intercambio de material o con una fusión total, como ha ocurrido en otras ocasiones en la Vía Láctea.
Estas interacciones pueden cambiar la forma de una galaxia o desencadenar ondas de choque que enciendan la formación de estrellas, consiguiendo revivir una galaxia cuyos índices de formación estelar están decayendo.
Según recoge Sciencealert, existen algunas facetas notables de la interacción entre NGC 169 e IC 1559. En primer lugar, ambas galaxias tienen un núcleo galáctico activo, es decir, los agujeros negros supermasivos del núcleo de cada una están engullendo activamente polvo y gas cósmico. Este proceso produce mucha luz de alta energía en forma de rayos X y calor en longitudes de onda infrarrojas. Además, se pueden ver claramente corrientes de polvo y material brillante que pasan entre las dos galaxias, probablemente desde el objeto de menor masa hacia el de mayor masa.
Si las dos galaxias se acercan lo suficiente, acabarán fusionándose, y sus agujeros negros supermasivos se unirán en un evento masivo que enviará ondas gravitacionales a través del Universo.