Los contratos para la entrega del combustible azul, los llamados futuros, han ido aumentando gradualmente de precio desde abril del año pasado. En octubre marcaron un récord por primera vez.
Los expertos creen que las principales razones de este aumento son la elevada demanda de recursos energéticos, la reorientación de los proveedores de GNL hacia Asia, así como el desmantelamiento gradual del mayor campo de gas de Europa.