Tras la reunión, ambos presidentes aprobaron una declaración conjunta donde China señala que apoyará a Argentina en sus reclamos sobre las Islas Malvinas, un territorio de ultramar británico autónomo en el Atlántico sur que es objeto de una disputa de soberanía de casi 200 años.
"China reiteró su apoyo a la solicitud de la parte argentina de ejercer plenamente su soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas y reanudar las negociaciones lo antes posible de conformidad con las resoluciones pertinentes de la ONU para resolver la disputa pacíficamente", se desprende del documento.
El apoyo de China provocó una reacción rápida en el Reino Unido mediante un tuit emitido por la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
"Rechazamos por completo cualquier cuestionamiento sobre la soberanía de las Malvinas. Las Malvinas son parte de la familia británica y defenderemos su derecho a la autodeterminación. China debe respetar la soberanía de las Malvinas", escribió.
Argentina vincula su reclamo a una herencia de la corona española cuando obtuvo la independencia en 1816. Mientras que el Reino Unido argumenta que se había asentado en las islas antes de que existiera Argentina.
Las Islas Malvinas están ocupadas por el Reino Unido desde 1833.
Desde entonces, Buenos Aires y Londres mantienen un litigio por la soberanía de la región, lo que llevó a que en abril de 1982 la Junta Militar argentina, liderada por el general Leopoldo Galtieri (1981-1982), intentara recuperar las Islas Malvinas a través de una ofensiva contra el Reino Unido que gobernaba Margaret Thatcher (1979-1990).
La guerra culminó el 14 de junio con la derrota del país sudamericano y con casi 1.000 muertos entre ambos bandos solo durante el conflicto armado.
Ambos países retomaron sus relaciones diplomáticas en febrero de 1990, durante la administración del entonces presidente argentino Carlos Menem (1989-1999).