A finales de enero, los Países Bajos levantaron algunas restricciones, permitiendo la reapertura de locales culturales, bares y restaurantes.
Sin embargo, tener el pase de vacunación, un certificado de recuperación del coronavirus o una prueba PCR negativa sigue siendo obligatorio para entrar a determinadas instalaciones.
A finales del 2021, ómicron se convirtió en la variante dominante del coronavirus en el país.